16 de junio de 2014

El Gran Père

W. R, 1997.


Ayer, mientras desayunaba, alcancé a ver  en Canal Encuentro la última parte de un programa sobre Vincent Van Gogh; superponían sus pinturas de Arlés con el paisaje en vivo que el cronista caminaba, al tiempo que explicaba.
Alguna vez hice con mi viejo ese mismo recorrido de amarillos, naranjas y verdes furiosos. En Rousillon compramos pan, lonchas de jamón crudo y unas confituras de chocolate que comimos gozosos mientras disfrutábamos de la vista multicolor de los Pirineos, en cuyas canteras de ocre se obtiene un polvo arcilloso utilizado para fabricar pigmentos. En Arlés nos sentamos en un barcito a tomar café, sobre la calle por donde Van Gogh subía a su cuarto amarillo o en la que, tal vez, perdió la oreja en su pelea con Gauguin.
La imagen de mi padre está fuertemente asociada a la vida, aunque haya muerto. Es color, olor, sabor. Es pasión por la pintura, la danza, la lectura y las mujeres. Es su risa del otro lado del teléfono, un legado vital que me hace ignorar las efemérides lacrimógenas.

Después, con hijos y padres celebramos el día y la vida en feliz algarabía. El numeroso encuentro familiar que abundó en ravioles, postres, risas y fútbol, fue una fiesta de los sentidos que se volvió regalo al recuerdo de mi viejo.

..º..

Patio que ya no existe. La mojada/ tarde me trae la voz, la voz deseada, / de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
La lluvia. Jorge Luis Borges

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Qué lindo!!! esos momentos pequeños que son grandes recuerdos, y que sea eso lo que uno pueda recordar y compartir en el presente.
Puuff!!! La cantidad de cajas de ravioles para cocinar ahi...ja!!!

Celebro que tu domingo fue de felicidad ,Condesa querida.

Un abrazo grande. Se te quiere.

Soy VeR

Marina Judith Landau dijo...

Miré la obra de tu padre mientras escuché el tema que elegiste. Maravillas!!
Los imagino caminando juntos, comiendo, riendo...

Yo celebré recordando el diálogo de todos los años:

- Hoy es el día del padre, Papá
- Hoy es? Yo no le doy importancia.
- Yo tampoco. Feliz día.
- Gracias.

(tercer comentario que envío, espero que esta vez Blogger, sí me lo acepte)

La condesa sangrienta dijo...

VeR: Espero que su domingo, si no tan numeroso, haya transcurrido tranquilo con un feliz recuerdo de don Ernesto. Creo firmemente que si desde algún lugar nos miran, debemos regalarles la paz de vernos sin sufrimientoss.
En cuanto a cantidades, si le digo: 12 cajas de ravioles, quedaré eximida de mayores comentarios jajaj
Beso grande, ud. sabe que yo también la quiero mucho :)

Marina: ¡Ese diálogo con tu papá bien habría podido tenerlo con el mío! El amor supera las diferencias y las efemérides, pero algunas personas se sirven de ellas para desempolvar los afectos una vez al año.
Y para confirmar que la 3ra. es la vencida ¡Habemus comment!
Beso enorme.

Betina Z dijo...

Hay padres e hijos que están juntos todo el tiempo, y no se encuentran. En su relato-recuerdo, por el contrario, hay un paseo juntos, complicidad, goce compartido. Calidad, no cantidad (bueh, las dos cosas serían perfectas, pero seamos realistas :-).
Precioso recuerdo de su padre artista, hija e'tigre.

Le mando un abrazo

La condesa sangrienta dijo...

Betina:La eterna disyuntiva entre calidad y cantidad... en mi caso se trata de una natural capacidad para rescatar los buenos momentos y pasar los no tan buenos, por el filtro del humor.
Beso grande!

Cocorastuti dijo...

22:41 19/06/2014
Querida Hazel: ¡buenas noches..!, sin haber leído su post adivino sus lindezas, sus llanuras y montículos varios, toda una variada monotonía multiforme de alusiones a lo impensado... ¿Recuerda lo que contaba Borges de los elogios de Paul Groussac...?, yo no quiero ser menos...
Si supiera usted cuanto me cuesta escribir en este artefacto anciano ya me agradecería que le escriba sin conocer su tema..., diría de mí que soy el gato Felix de los Ingenios..., pues no le miento, le escribo mientras esta recaduca XP intenta abrir su pagina..., ¿recuerda que se enojaron varios conmigo porque dije que sus páginas eran muy pesadas...? ¡Ja..!, ¡qué extraño destino....! Un día conté como 60 no-blogueros-ya...Hace mucho que ninguno de ellos aparecen por aquí..., eran todas buenas señoras..., pero el viento del tiempo se las llevó, como me llevará a mí algún día, quién sabe adónde....

Pero lucharé por leerla..., mis huesos crujientes de condenado a la hoguera de Calvino gimen en esta noche de 7º en la triste pampa de Martín Fierro...

¡Ah, llegué...!...
Pero....¿me cree si le digo que iba leyendo que usted con su padre iba haciendo el mismo camino de Van Gogh...y se cortó la conexión....?
Estoy tomando vino Toro, trasegado no sé de que botella a que botella..., Van Gogh no se habría molestado..., uno no debe contar con un futuro feliz...
Me duele el ojo derecho, una arenisca traída por los vientos pampeanos me ojomartiriza desde hace varios días....
Insisto en leerla, usted me acompaña con su dulce existir...

Debo apurarme a leer, no sé cuanto tiempo me da el destino...
16 DE JUNIO DE 2014
El Gran Père
"Alguna vez hice con mi viejo ese mismo recorrido de amarillos, naranjas y verdes furiosos."

Su relato desvanece mi tristeza....
Ah, aquel hermoso soneto de Borges que me sé de memoria desde hace ya 30 años...¿es que yo no era joven...también...?
Patio que ya no existe.

¿qué haríamos sin el humor...?

Trato de recordar a mi padre..., a él no parecía afectarle el tiempo ni haber perdido todo, acaso era un ser muy normal..., poco antes de que muriera de golpe en un hospital, con el corazón agrandado, le oí decir, a mi lado, pero mirando hacia la pared, en una casa alquilada, en agosto de 1979..."¡Pensar que yo era joven...!" nunca he contado esto, tan trivial y definitivo...

Tengo ganas de llorar, pero no puedo, envidio su senda del Languedoc, a mi padre le habría gustado....Muchas veces hablamos de Van Gogh, Arlés, todo eso.

También leí su post del 2007, que ya había leído varias veces.
¡Cuántos años han pasado...! ¡Y tan rápido...!

Besos.

23:55 19/06/2014

Mari Pops dijo...

que divino Rousillon! Estuvimos hace unos veranos y era un horno pero divino. Has estado en Saignon, es cerca y es donde Cortazar se escondia para escribir

besos y hermoso el recuerdo y la presencia de tu papa

La condesa sangrienta dijo...

Querido Coco: ni hace falta que me lea, creo que mis textos tan solo son excusa para encontrarme con amigos. Así es que agradezco doblemente su visita, montado al viejo cascajo de bielas fundidas. Mi senda por Languedoc - mi viaje- ocurrió porque fui a ver morir a mi madre, por eso comprendo y comparto el recuerdo que hace de su padre, un hombre de gran corazón (¿acaso no suena mejor que 'corazón agrandado'?)
Muchas cosas sucedieron y siguen sucediendo, las fechas del blog, como los niños, dan cuenta de qué tan rápido pasan los años. Tal vez sirva para que no los desperdiciemos en peleas inútiles o para contabilizar cuánto tiempo llevamos encontrándonos.
El tiempo, el viento u otras nuevas aplicaciones se han llevado a tantas buenas señoras (y señores), ¡si hasta la condesa olvida pasar por su propio blog!). Pero está bien así, un poco como al principio, escribiendo casi a solas y sin filtros.
Le mando un abrazo de domingo, lluvioso por aquí. Siempre podemos hablar de Van Gogh y de Arlés, donde sea.
Baci,
H.

Mary: No recuerdo haber estado en Saignon, porque el dato de Cortázar sería definitivo. Mi viejo por entonces, vivía en Orgon un pequeño pueblo de la Provenza, paseamos por Brignoles, Uzes, Nimes, Perpignan, Rousson, Avignon, Arlés, Gordes (no en ese orden) y otras ciudades tan cercanas. Rousillon, tan divino! No llevé cámara de fotos, pero guardo para siempre en mi cabeza, la imagen colorida de la montaña (rojos, naranjas, amarillos y rosas) en medio del follaje verde del bosque.
¿Cómo podría asociar a mi viejo con la muerte?.
Beso grande Mary :))