17 de diciembre de 2011

Cuento De Navidad


(♫)

Cuando era chica esperaba con verdadera ilusión dos fechas al año: mi cumpleaños y la Noche de Reyes, ocasión en la que recibía aquellos regalos importantes que durante meses había disfrutando por anticipado en felices sueños.
La Navidad era una fiesta religiosa que protagonizaba otro Niño al que celebrábamos y quien, generosamente, nos dejaba al pie del árbol junto a su cuna de paja, algunos regalos pequeños.
Así era y como nada pedíamos, cualquier cosa resultaba una sorpresa que recibíamos con inocente alegría.
Tengo de aquella época un vago recuerdo del árbol en un rincón, la familia reunida, la ‘hostia’ que le robaba al borde de los turrones, el calor y la secreta excitación por el inesperado obsequio.
Y tengo clara memoria de cómo odié a mi hermano aquella Navidad cuando recibió un yelmo romano, plateado, brillante, coronado con un precioso penacho rojo y yo, unas bombachas que resultaron empobrecidas ante semejante magnificencia.
Algún tío, o tal vez mi viejo, había roto los códigos sin reparar que mi espíritu heroico bien podría haber quedado herido de muerte imprimiendo a futuro, un destino de guerrera sin calzones.

..º..

Santa ¿ won’t you bring me the one I really need? ¿ won’t you please bring my baby to me…?
All I want in Christmas is you. Mariah Carey

23 comentarios:

Cocorastuti dijo...

¿Guerrera sin calzones...? Eso me trae recuerdos muy libidinosos...
¿Y Usted era la.... "pudorosa"....?

Sólo falta que agregue:
"Y...¡éramos tan pobres...!"

Anónimo dijo...

Bueno...creo que ese espìritu heroico no lo ha perdido, el yelmo se lo fabricò usted con el tiempo, y lo de los calzones es relativo, algunas veces està bueno anda sin ellos, aunque solo sea por unas horitas...no?? :)

Ya la saludarè antes de la navidad, ahora le mando un beso grande.

Rob K dijo...

De mis distantes Navidades de infancia recuerdo que los mayores, en los días previos, comenzaban a prevenirnos para que "ese año", "por la situación" (que nunca era de abundancia) esperáramos regalos más bien modestos. Hábil maniobra psicológica que lograba aumentar el valor que dábamos a los obsequios que recibíamos. Por supuesto, no había entonces nada parecido a una lista de deseos.

Todas esas Nochebuenas fueron invariablemente esperadas y felices, tanto como sosas y sin pena ni gloria pasaron las Nocheviejas.

Que tenga muy buena Navidad, condesa.

Saludos, Condesa.

Roedor dijo...

A las chicas siempre se les regala (o se les regalaba) calzones color rosa, pero eran más bien un complemento de otra cosa...

Ahora, hay que ser retorcido para regalar casco romano con penacho incluido, ¿no?

Andar sin calzones puede ser divertido, de hecho hacer deportes sin ellos a veces está buenazo, da una sensación de libertad notable.

La condesa sangrienta dijo...

Cocor: ja...no, no éramos ¡tan pobres! creo que era un modo familiar. Los grandes regalos, los traían los Reyes.
Y sí, soy pudorosa, pero con semejante antecedente bien podría haber revoleado los calzones, no cree?

VeR: tal vez por eso aboné un espíritu combativo y la libertad de elegir cómo y cuando sacarme la bombacha ;0)
Así que, ¡ojo con los regalos que elegimos para nuestros niños!
Un beso

Rob K: tal vez Papá Noel no estaba tan jerarquizado como ahora o también nos hacían 'la psicológica' previamente, pero los grandes deseos se expresaban en la carta a los Reyes Magos.
Yo era muy chiquita por entonces y éso es lo que recuerdo ¡quién sabe si era tan así! ho ho ho ho

Mire Roedor, creeré en la igualdad de géneros el día que Papá Noel deje de regalar set de cacerolitas a las nenas, de herramientas a los nenes y archive las bombachas rosas (unos boxer de algodón con el escudito de San Lorenzo resultan muy cómodos).
Andar sin calzones puede resultar divertido, pero acabo de recordar a Neustadt...!
Practicar sumo sin calzones lo descalifica, sabía?

Maga h dijo...

Impensado y majestuoso final de una guerrera sin calzones.

Buenísimo! Ser mujer también implicaba esas cosas, bastaba con un par de bombachas ¿Para qué mas? si el resto lo iba aportar un hombre que llegaría en un caballo blanco cubierto por un yelmo romano con el bien preciado "penacho rojo"

y bueh...

Carlos G. dijo...

Aún recuerdo la magia que flotaba en el aire de las noches estrelladas de diciembre, los preparativos, las expectativas, las cartas a los reyes a quienes, de vez en cuando, visitábamos en las tiendas de Harrod's "Gatychaves".

Calzones, qué palabra tan poco glamorosa que me ha resultado hasta hoy, tan desagradable, casi tanto como desenvolver un regalo para encontrar un par de medias.

Anónimo dijo...

Condesa

Ud. pòngase las bombachas, braguitas, calzones, culotte, panties, como màs le guste a cada uno llamarlas en color rosa el 24 a la noche y diga que un design vintage by Marta Minujìn (arte en vivo)

No gaste màs en Victoria Secret.!!

Un abrazo.

Betina Z dijo...

A los Reyes les hacía mis pedidos en la carta de rigor; en cambio, nunca se fomentó en casa la creencia en Papá Noel y, tácitamente, se sabía que eran los padres (o quizás, el señor gordo embutido en el traje de Santa Claus,en Harrods o Gath & Chaves como recuerda Carlos G.) Sin embargo, los preparativos, el armado del arbolito y, obviamente, los regalos sorpresa eran una enorme fuente de excitación y alegría.
Entiendo su decepción, Condesa. En otro sentido, me recuerda lo que siento aún hoy cuando a mi padre se le da por regalarme cosas tales como una linterna, una calculadora o una "carterita" portadocumentos... ¡Lo que daría en esas ocasiones por recibir una simple y femenina bombachita rosa!

Beso grande

La condesa sangrienta dijo...

Magah: por aquella época, ser mujer y ser niño, además, no era una condición de demasiado privilegio y sin saberlo, desde entonces ya me rebelaban las diferencias de género que nos confinaban a la cocina.

Carlos G: en cambio, yo prefiero calzones a la palabra bombacha, por una cuestión acústica quizás.
Y las medias...claro! las medias eran a los nenes, lo que las bombachas a las nenas y generalmente estaban a cargo de alguna tía vieja.
(esto parece el canal Volver jajajaj)

VeR: no tengo ropa interior rosa ¿ud. dice que compre una para revolear en la noche buena? je

Betina Z: creo que la entronización de Papá Noel es más reciente, una moda importada del norte a la que nos hemos plegado sin saber cómo ni cuándo.
Pero los tiempos cambian y acaba de confirmármelo ud.: a una de las condesitas, cuando cumplió 7, una amiga le regaló una linterna ¡y quedó fascinada con el regalo! jajajaja
Un beso

La herida de Paris dijo...

En mi casa la artillería pesada estaba en Navidad, dejando para Reyes sólo algunos cartuchos gastados. Aunque reconozco que tu opción parece ser litúrgicamente mas acertada.

De todos modos lo importante es que tratemos de regalarnos en Dios una Esperanza renovada.

Saludos.

Betina Z dijo...

Sí, como importamos Halloween o el día de San Patricio (?)
Juá! ¿Así que a la condesita le gustó la linterna? Está muy bien, una niña del siglo XXI está más allá de las diferencias de género; en cambio a mí, una exponente del siglo pasado, me pasma que mi padre las ignore olímpicamente :0
jajaj, besos!

Alelí dijo...

una guerrera sin calzones no es para desestimar así de buenas a primeras pero bueno en ese entonces era una pequeña niñá inocente, ahora marido se lo agradecería como regalo de las 12.

besoooooooooo

La condesa sangrienta dijo...

Opi: Para los cristianos al menos, lo importante es no perder de vista el verdadero sentido de esta fiesta.

Betina Z: le gustó la linterna pero no es ninguna iluminada ;0)

Alelí: creo que marido agradecería más que la guerrera deponga las armas antes que los calzones jajajj
besooooooo

Caia dijo...

En casa pasaba como en la de Opi, los reyes venían devaluados.
Recuerdo el muñeco de un indiecito con calzones rojos que me trajeron una vez. Ahora me resultaría simpático, en ese entonces fue decepcionante. Hablando de calzones rojos, ahora se usan de ese color no rosa? Y no eran para año nuevo? Jaja! eso me recuerda la última vez que estrené una tanguita rosa para año nuevo, ese año comenzó tan mal que me la saqué y la tiré por la ventana.
Besos!

Cocorastuti dijo...

¿Que pasa acá que todos hablan de alzones...? (calzones quise escribir).., pero, je, je, (el acto fallido es revelatorio...),corrija a tiempo el titulo: ponga "Cuento de calzones de Navidad"
Yo de niño corria por la casa con unos calzones de lo mas faggot..., claro, era un niño sencillo y bobo..., pero los regalos eran buenos: hasta un trabuco naranjero que aun conservo...!
Hemos sufrido 40º y ahorita comienza a llover....¡Y yo estoy en calzones....!

Besos y tenga una feliz navidad calzonuda por si no nos vemos nunca, nunca mas...!

Mickey dijo...

Condesa, después de leer a algunos precomentantes, caigo en la cuenta que crecí en un hogar raro.
A nosotros, en Navidad nos arreglaban con alguna chuchería y en Reyes... también! pero con otro clima!!!

A cierta edad, comencé a pensar que yo, de haber recibido de los reyes un instrumento musical (como algún amigo) se hubiese revelado mi talento.
Al poco tiempo me dí cuenta que nada tenía que hacer con la música.
Algo me dice que si hubiese tenido un regalo como el suyo, también de grande habría descubierto que no era una señal.

La condesa sangrienta dijo...

Caia: ¡compre otra tanga rosa, vulnere la tradición y cambie de fecha! por ahí le regalan una noche buena al pie del arbolito ;0)

Cocor: no es serio que me despida en calzones con un 'hasta nunca, nunca más...'
¡Feliz Navidad y Calzone con champagne!

Mickey: ¡y que lo diga! tantos jueguitos de cacerolas no lograron hacer de mí una Petrona, ja
un beso

Caia dijo...

Conde! Imposible! No armé el arbolito este año. Besos y páselo lindo!

Anónimo dijo...

Lo que yo recuerdo es que nunca me trajeron un regalo que dijera GUAU..., ya cuando me avivaron, lo entendí.
FELIZ NAVIDAD Condesa y que el regalo sea el que mas la haga feliz.
El mío es este beso a la distancia.

La condesa sangrienta dijo...

Caia: yo tampoco todavía, entre hoy y mañana lo armo ¡no sea que Papanuel siga de largo!
Lo mejor para ud. y flia., un beso

conocido: es que todavía no había salido a la venta el Dogui jajj
Lo que me hace feliz no está a la venta y por suerte, de eso, tengo en abundancia.
Su beso a la distancia, por ejemplo.
Le mando mi cariño de siempre en un abrazo enorme (hágaselo extensivo al delfín de la familia...)

Mari Pops dijo...

lo mio eran los Reyes. El 24 era una agape infinito con miles de personas,las mujeres grandes cocinaban, servian, los hombres se sentaban como bacanes en el living a esperar a ser atendidos mientras hablaban de politica y de futbol

Mi abuelo Feliciano me llamaba y me daba unas bolitas dulces en la mano y me decian "que no te vean los otros". No me gustaba ese tesoro pero igual guardaba aquella reliquia pegagosa en mi bolsillo ...

La condesa sangrienta dijo...

Mary: algo parecido sucedía en casa, como conté.
Y mi abuela Lila solía ponerme esas bolitas dulces debajo de la almohada, cuando se me caía un diente.
Costumbres familiares que se convierten en recuerdos amorosos.