28 de marzo de 2007

En vano

Tanto intento inútil de explicar mi desencuentro con relojes y almanaques y aparece el viejo ciego para decir con magistral economía que “el tiempo está viviéndome [1] .

[1] Jactancia de quietud, Jorge Luis Borges.

2 comentarios:

Roedor dijo...

Mierda, y se supone que el viejo nunca un porrito ni una pala...

Andá a mejorar eso.

La condesa sangrienta dijo...

¡quién puede mejorar eso! es tan deprimente que ni porro ni pala podrían dar consuelo.